DFIH - Tesis de Doctorado en Filosofía de la Educación
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Examinando DFIH - Tesis de Doctorado en Filosofía de la Educación por tema "Educación"
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Ítem La existencia y la identidad personal en la relación educativa universitaria(ITESO, 2004-06) Vargas-Beal, XavierLos distintos momentos encontrados durante la recuperación de nuestra experiencia universitaria como maestros y como alumnos por más de veinte años, así como lo referido por otros académicos e investigadores educativos en su escritos, además de lo que observamos en la sociedad, nos permiten legitimar nuestro propósito, al mismo tiempo que justifican la realización de esta reflexión filosófico-educativa. Así, nuestro propósito podría sintetizarse si decimos que, desde un principio y de acuerdo con nuestro interés, hemos querido recuperar, analizar y reflexionar de forma filosófica la naturaleza de la relación educativa universitaria, así como la forma en que la identidad personal de los actores educativos se pone en juego, precisamente dentro de tal relación educativa, todo, dentro de un marco epistemológico-metodológico apropiado, con el fin ulterior de aportar a las disciplinas de las llamadas ciencias educativas, una mirada nueva que ayude a desentrañar los misterios existenciales presentes siempre –creemos nosotros- en el proceso de Enseñanza-Aprendizaje universitario. Creemos que tal propósito tiene una honda justificación educativa y social, por lo que esta disertación podría aportar a la teoría y a la práctica misma de la educación superior que hoy día, quizá más que nunca, se declara en crisis. Es el caso de diversos académicos e investigadores educativos de muy distintos enfoques que reseñan esta crisis a partir de la constatación de fuertes manifestaciones de deterioro en la gran mayoría de los procesos de la educación superior del país. De ello daremos cuenta en su momento en el planteamiento experiencial de nuestra tesis, por ahora sólo lo referimos de forma sucinta porque nos parece que esta visión abona, precisamente, a la justificación de este esfuerzo investigativo. Así, sin grandes pretensiones pero con seguridad, creemos que esta investigación abonará a la praxis misma de la educación universitaria, al mostrar que una reflexión filosófico-educativa, desde el marco de la antropología filosófica, puede permitir otros modos de aproximarse a esta relación para comprenderla de forma más completa que lo que puede comprenderse desde los marcos puramente teóricos disciplinares, nos se diga ya en el nivel de lo instrumental. La teoría educativa, a pesar de ser muy prolífica en investigaciones de todo tipo, no ve más allá de lo que es posible categorizar en el ámbito de lo estrictamente educativo. Si bien la investigación educativa ha avanzado muchísimo en los últimos años al volver la vista a la realidad empírica del acto educativo para, desde ahí, redimensionar sus categorías y así reorganizar las teorías en un diálogo fecundo, no creemos que haya superado todavía los viejos esquemas de entendimiento donde el maestro sigue siendo considerado –en el mejor de los casos- un mediador de conocimientos y donde el alumno sigue siendo –también en el mejor de los casos- un constructor del conocimiento. Bajo esta vieja concepción instrumental de la relación educativa, todavía vigente, el ser humano en sí del maestro y del alumno sigue siendo a lo mucho una figura de trasfondo personalista. Como veremos adelante, aún las posturas más personalizantes siguen considerando al maestro y a los alumnos como actores educativos que deben personalizarse durante el proceso, tal y como si no fueran ya desde antes personas en sí; lo que nos indica con claridad que su concepción educativa abriga todavía una postura dualista, en la que por un carril corre la educación y por otro lo propio de la persona humana. Así, no extraña que su propuesta sea la de juntar tales carriles, como si éstos no fueran ya de facto uno solo.Ítem Rehabitar el mundo: persona, tecnología y educación(ITESO, 2004-11) Morfín-Otero, FranciscoHabitamos la casa que hemos construido. El mundo que hoy hemos hecho es el resultado de una ‘historia evolutiva’ que implica nuestra existencia. Para edificarlo nos ayudamos de los objetos que nos fuimos encontrando en la tierra y de otros que hemos ido fabricando; además, creamos rituales y un sinnúmero de formas de relacionarnos con nuestro medio ambiente. Al reflexionar sobre la experiencia profesional, ha parecido decisiva la pregunta sobre la influencia que tienen las herramientas en general y particularmente, los artefactos tecnológicos para el tratamiento de la información y la comunicación sobre nuestro modo de proceder. Por esto, un primer reto a la educación actual consiste en aprender a construir confianza en uno mismo y en los demás; esa que nos ayuda a hacer con las cosas sin el temor de llegar a conceder nuestra agencia personal a los artefactos y que hace actuemos en el mundo sabiendo quién es ese que voy siendo. Esa en la que es factible degustar. Para lograrlo es preciso aprender a percibir, no es sólo saber sentir, sino poder reconocer las diversas maneras en que la persona dialoga con su entorno. El conocimiento de nuestra corporalidad nos ayuda a vivir con una velocidad adecuada en un mundo de rápidos acontecimientos. Estas las primeras habilidades que necesitamos adquirir para empezar a rehabitar nuestro territorio.