2021-05-192021-05-19https://hdl.handle.net/11117/6990Cuando entre los humanos y sus comunidades se hacen borrosas las fronteras, territoriales, afectivas o culturales surgen dos fuerzas antagónicas. Por una parte los grupos, las etnias o las naciones tienden a reforzar los elementos de “su” identidad. Y ese refuerzo a veces se acompaña de la violencia, la imposición sobre otros y acaso el exterminio. Por otra parte, simultáneamente, emerge un movimiento hacia su raíz en la consideración de la pluralidad de formas y pensamientos como esencia del ser humano. application/pdfDerechos de autor 2016 Sinéctica, revista electrónica de educaciónhttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0EDITORIALinfo:eu-repo/semantics/article