Acompañamiento situado: incidencia en la mejora contextualizada del ejercicio docente de etnoeducadores en formación
Fecha
Autores
Título de la revista
ISSN de la revista
Título del volumen
Editor
Resumen
Esta investigación se sostiene sobre una apuesta ética, política y epistémica por comprender la educación en contextos indígenas más allá de los marcos normativos y técnicos impuestos desde afuera. Parte del reconocimiento de que las políticas educativas, incluso aquellas que se autodenominan “inclusivas” o “diferenciadas”, muchas veces invisibilizan las voces, los saberes y las prácticas pedagógicas que emergen de los territorios. Frente a ello, esta tesis propone una mirada situada y comprometida que privilegia la experiencia vivida de las etnoeducadoras Wayuu en formación como punto de partida para pensar la transformación educativa desde adentro.
La elección de un enfoque fenomenográfico no es fortuita: responde a la necesidad de acceder a las distintas maneras en que estas mujeres significan y viven el acompañamiento situado ofrecido por los tutores del Programa Todos a Aprender (PTA). No se trata de medir ni evaluar dicho acompañamiento con criterios estandarizados, sino de escuchar y comprender los sentidos que las docentes indígenas le atribuyen, las tensiones que lo atraviesan y, sobre todo, las posibilidades que abre para resignificar sus prácticas pedagógicas desde la lengua materna, el territorio, la memoria ancestral y la vida cotidiana en la escuela indígena.
Este enfoque permite recuperar categorías emergentes que no se imponen desde la teoría, sino que se construyen desde el relato, el testimonio y la experiencia compartida. Conceptos como la reciprocidad, la dignidad educativa, el respeto por la lengua propia, el conflicto desde las desigualdades y la descolonización del saber y la enseñanza, emergen como claves para pensar otra forma de acompañar y formar. En esta perspectiva, el acompañamiento deja de concebirse como una intervención técnica o vertical para convertirse en un acto de encuentro horizontal, de diálogo intercultural y de construcción conjunta de sentidos pedagógicos.
A lo largo del proceso investigativo, cada capítulo se va entretejiendo como parte de un tejido mayor: el de una conversación crítica sobre el lugar del acompañamiento en la formación docente indígena. Se inicia con una contextualización de las políticas educativas y etnoeducativas en Colombia y América Latina, para luego adentrarse en la metodología fenomenográfica y sus implicaciones éticas y epistemológicas. Posteriormente, se presentan y analizan las voces de las etnoeducadoras Wayuu, visibilizando sus vivencias y saberes en torno al acompañamiento situado, y las categorías que emergen de estas interacciones con tutores, directivos y autoridades tradicionales.
A través de entrevistas, grupos de discusión y observaciones en el aula, el estudio explora cómo estas experiencias contribuyen a reconfigurar las concepciones pedagógicas y a fortalecer el ejercicio docente desde una mirada intercultural, activa y contextualizada. Se identifican tensiones, aprendizajes significativos, facilitadores y obstáculos, que no solo enriquecen la comprensión del acompañamiento situado, sino que también permiten cuestionar sus alcances reales en términos de justicia pedagógica, lingüística y territorial.
Lejos de proponer conclusiones cerradas o recetas aplicables, esta tesis se ofrece como una provocación reflexiva y un gesto investigativo comprometido con la escucha profunda, el cuidado de la palabra y la creación de conocimiento situado desde el sur global. Las voces de las etnoeducadoras Wayuu aquí recogidas no son meros insumos empíricos: son claves críticas para reimaginar la formación docente en Colombia, en clave de justicia, dignidad e interculturalidad.
En ese sentido, este estudio aporta al campo de la educación al visibilizar los efectos transformadores —y también las limitaciones— del acompañamiento situado en las aulas indígenas de básica primaria. Revela cómo, cuando este se asume desde una ética del cuidado, del diálogo y del reconocimiento, puede abrir espacios para una pedagogía más sensible a los contextos culturales, más respetuosa de las lenguas y saberes ancestrales, y más coherente con las realidades históricas de exclusión y resistencia de los pueblos indígenas. La apuesta, en última instancia, no es solamente académica. Es política. Es pedagógica. Es ética. Se trata de contribuir a la construcción de una educación que no domestique las diferencias, sino que las abrace como fuente de conocimiento, de transformación y de esperanza.