El reconocimiento: démosle lugar al presente
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Resumen
La experiencia de vida militante marxista-leninista en el Partido Socialista de los Trabajadores, de 1973 a 1987, es la raíz de este trabajo de investigación. Sobre esa experiencia se realizó una reflexión filosófica cuyo hilo conductor fue el reconocimiento, y se descubrieron procesos muy entreverados de humanización y profunda deshumanización. El análisis filosófico que aquí se presenta es precisamente el intento de desentrañar tales procesos, mostrar sus dinámicas, estructuras y sentidos, así como sus consecuencias humanas y grupales. El trabajo de investigación, por esa causa, no es un examen exhaustivo del marxismo-leninismo, tampoco es una propuesta teórica del reconocimiento. ¿Cómo se llegó a situar y descubrir el reconocimiento como condición de humanidad? El hecho es que en nuestra organización estuvimos dispuestos a entregar nuestra vida y morir ejemplarmente con el fin de alcanzarlo como un ideal para toda la humanidad. Desde la experiencia de vida militante quedó comprendido como un problema vital y presente para la vida humana, pues sin él no somos nadie; nacimos para ser alguien y estamos dispuestos a morir y matar por el reconocimiento. La reflexión sobre el reconocimiento tiene que ver con distinguir que lo ideal no es real, muy sencillo de expresar, pero difícil de comprender, sobre todo cuando socialmente tenemos el peso del supuesto de que los valores guían la acción humana hacia el bien. ¿En dónde situar el reconocimiento humano, en el ideal a alcanzar o en lo real concreto vivido? Desde la reflexión de la experiencia de mis vivencias militantes, se puede afirmar que el ideal del reconocimiento militante es una carga, un peso, pues es compromiso que tiene que ver con una exigencia del sentido de la historia y las convicciones revolucionarias, y discrepa de lo real concreto vivido, que tiene que ver con el sentir la experiencia de vivir el compromiso entre y con los integrantes de los grupos humanos. La reflexión de la experiencia de tales vivencias me ayudó a evocar mi sentir para distinguir los procesos humanos que me hicieron sentir bien de los que me hicieron sentir mal. Además de una pregunta fundamental: ¿aún es viable la militancia política?