Ética del deseo: ética del acto: diálogo Lacan-Aristóteles
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Resumen
La ética del deseo fue propuesta por Jacques Lacan, psicoanalista francés (1901-1981) en su Seminario de 1959-1960. La presente investigación surgió del interrogante sobre la posibilidad de sostenerse en una ética que, como la ética del deseo, no sea del deber. La pretensión fue realizar un diálogo entre Lacan –fundamentalmente con base en su Seminario sobre la Ética‒ y Aristóteles, tomando como plataforma su Ética a Nicómaco. La idea fue indagar sobre cómo los planteamientos aristotélicos pudieran dar luz a las formulaciones lacanianas, así como encontrar posibles aportes del psicoanálisis a la filosofía como resultado de las elaboraciones teóricas de Lacan. El bien, el placer y el deseo constituyeron los temas centrales de indagación tanto en la filosofía aristotélica como en la teoría lacaniana. Para llevar a cabo lo anterior, fue necesario dar cuenta de los antecedentes respectivos, es decir, conocer los planteamientos platónicos y los desarrollos teóricos freudianos en torno a los temas en cuestión. El método seguido fue aquel que requirió la especificidad del núcleo de indagación, así como aquella de los dos campos disciplinares. En el caso de los apartados filosóficos se siguió un método de corte arqueológico, mientras que en las secciones dedicadas a la teoría psicoanalítica se utilizó un método de tipo estructural. La articulación placer‒bien‒deseo en el diálogo filosofía/psicoanálisis permitió la detección de importantes aportes de la filosofía al psicoanálisis y viceversa. Además, condujo a la tesis de que, en oposición a la ética del deber –que sacrifica el placer y convoca a lo que Lacan llama goce‒, la ética del deseo es ética del acto y, como tal, no sólo es posible sino deseable. Entre las importantes consecuencias de esta tesis se obtuvo que, siendo el acto una declaración de la propia existencia y el movimiento subjetivo por excelencia, así como una apuesta de vida, la posición ética del psicoanalista, como posición ética del deseo ha de encauzar, impulsar y soportar la realización del acto por parte del analizante.